La pasión carnavalera de Concordia: Una fiesta que dura todo el año


"contada desde adentro"

¿Qué cosas son las que nos generan pasión? Probablemente ver ese partido de fútbol tan esperado por todos, escuchar aquel artista que tanto nos moviliza, o simplemente trabajar en algo que nos hace felices.

Algunas personas afirman que la pasión mueve fronteras, y creo que la mayoría concordamos en que así lo es ¿Qué sería de nosotros si a las cosas no la hiciéramos con pasión?


Hace poco finalizó el carnaval de nuestra ciudad, un evento tan esperado todo el año por los concordienses, que es catalogado por tantos como el "carnaval más pasional del país". Y si, no culpo a más de uno que lo ve desde afuera y dice ¿dónde está esa gran pasión que tantos afirman que tiene el carnaval?

Porque lo solemos ver tan cotidiano, tan normal. Pero créanme, que en los pequeños detalles, y en aquellas cosas irrelevantes que se ven tan sencillas, se encuentra una fuente de amor y entusiasmo a esta fiesta carnavalera.

Probablemente el haberlo vivido en carne propia por un largo tiempo me hace hablar con tanta seguridad de esto, pero no dudo en afirmar que estas cuatro comparsas abrigan dentro de sí a miles de familias e integrantes que se empeñan los 365 días del año en dejar sus mayores esfuerzos, para así en verano vivir por seis noches la adrenalina de esta batalla de las pasiones.

Es ver a las baterías ensayando durante todo el invierno, helándose, y concentrándose lo más que pueden para aprender un ritmo. Padres e hijos que cosen trajes (que ni siquiera son de ellos) en los talleres de las comparsas días y noches para poder llegar a tiempo con todo listo al primer desfile. Bailarinas danzando hasta el cansancio en los ensayos para aprenderse las coreografías. Madres con el mayor de los orgullos acompañando a sus hijas chiquitas para que cumplan su sueño de bailar en la manga. Carroceros que sin importarles el dinero madrugan con tal de dejar en perfectas condiciones las carrozas que tanto nos sorprenden al verlas. Y sin lugar a dudas, miles de integrantes e hinchas que defienden a muerte sus colores, y que cada mínima victoria que tenga su comparsa la festejan como si fuera un logro propio.


Es así, como si fuera un boca/river donde te peleás con tu vecino por los triunfos de cada club. Porque en nuestra ciudad es conocer a alguien y preguntarle “¿de qué comparsa sos?” para empezar una conversación.

Son cientos de personas en la ciudad que sienten el frenesí de esta fiesta que, si bien se da solamente en verano, la vivimos y sentimos todo el año proyectada en las pequeñas cosas que componen nuestro día a día.


Por eso, a quienes conocieron nuestra ciudad este verano no me queda nada más que decirles: ¡Bienvenidos a Concordia! La ciudad donde la pasión nos mueve para hacer que un evento veraniego de tan solo seis lunas se convierta en una interminable celebración, que marca significativamente la vida de todos los concordienses.

Por Manuela Quintana, especial para 7Paginas.

 

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