Cristina Kirchner enfrió el operativo clamor y subió a Javier Milei al ring electoral
En su reaparición pública en el Teatro Argentino, la Vicepresidenta volvió a pedir discutir un programa de gobierno. Rechazó el cántico por su candidatura y puso en discusión los planteos económicos y políticos del diputado liberal
“No se hagan los rulos”. Fue lo primero que contestó la
vicepresidenta, Cristina Kirchner, al planteo de la militancia que este jueves
tuvo acceso a la Sala Ginaestera el Teatro Argentino de La Plata. Afuera, una
multitud copó las calles del centro de la capital bonaerense y llegó con la
idea de tener una certeza de si en las próximas elecciones podrá votar a CFK o
deberá esperar. Todo pese a que el cántico fuera unísono dentro y fuera del
auditorio: “Cristina presidenta”. “Esperamos que marque un rumbo, a eso
vinimos”, planteó un dirigente de La Cámpora en la previa del discurso. Lo
hizo, pero sin ella al frente.
“No se trata de una persona, es necesario volver a construir
programas de gobierno, que nada vuelva a depender de una persona”, marcó la ex
mandataria. Un auditorio colmado cantó en la previa “Cristina presidenta”.
Cuando el mismo apoyo se hizo sentir en pleno discurso, la titular del Senado
puso un freno. “No, presidenta no...”, enfrió.
“Ya dio todo, no le podemos pedir más nada. Néstor una vez
me dijo, ‘cuando te peleas con Clarín es para siempre”, decía un dirigente
sindical, contemporáneo a la Vicepresidenta tras el acto. La expectativa de la
militancia era alta, pero al interior del kirchnerismo se palpaba que la
Vicepresidenta no iba a dar un pronunciamiento electoral en clave electoral
propia. Será el Frente el que tenga que definir cómo seguir. Ese es el mensaje
que se repitió una vez terminado el acto, ya en el hall central.
La ex jefa de Estado rememoró el estallido del 2001. Habló
de la convertibilidad y lanzó un mensaje a los jóvenes, al comparar a Javier
Milei con Domingo Cavallo. “Ambos de ojos claros”, dijo. Planteó que “nos
vienen a decir que lo fracasó hoy puede ser la solución”, al referirse al plan
de dolarización que plantea el diputado liberal. La dolarización fue eje
reactor de su discurso en una semana caliente para el movimiento de divisas.
Como viene sucediendo, y lo planteó incluso el presidente
del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, la Vicepresidenta también rememoró que los
principales dirigentes de Juntos “fueron parte de ese gobierno”, al hablar de
la Alianza. Sin nombrarlos, hizo referencia a Horacio Rodríguez Larreta, María
Eugenia Vidal, Patricia Bullrich, Gerardo Morales y Ricardo López Murphy -”duró
diez días y lo echó la Franja Morada,”, advirtió sobre el diputado nacional.
Fue acaso uno de las dedicatorias a Juntos y no mucho más, al referirse a los
dirigentes opositores de la alianza que gobernó el país entre 2015 y 2019.
Habló sobre la concentración de precios y las empresas que
monopolizan el mercado. Citó a varias. Dijo que es la discusión en la calle.
“Los actos son muy lindos, pero demos el debate cuerpo a cuerpo”. En su
exposición, dijo que se vive “una argentina circular que vuelve sobre sus
fracasos”.
“No digo que tengamos la razón, pero no me digan que tenemos
que volver para atrás para solucionar este presente y este futuro”, admitió.
Ante otro grito del público, volvió a poner paños fríos. La discusión que
plantea es más profunda de una candidatura, aunque -como dijo esta tarde noche-
“todo tiene que ver con todo”.
En clave política, así como sobrevoló en la figura del
libertario Milei -a quien nunca nombró-, también se refirió a Juntos. “Me
cuesta entender la lógica de los halcones y las palomas, yo soy pingüina. Los
pingüinos somos colectivos, vamos todos para allá, para acá”. Desde los palcos
bajaba el cántico: “Soy argentino, soy soldado del pingüino”. La titular del
Senado agregó: “Solos no hacemos nada ni llegamos a ninguna parte”.
La disertación fue meramente en clave económica. Cristina
volvió a plantear su rechazo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
“Ese acuerdo es inflacionario porque es una política enlatada que se aplica
monotemática”, dijo. “Es necesario revisar, pero no para no pagar. Queremos que
se revisen las condicionalidades y que las sumas que se paguen al Fondo estén
atada a un superávit comercial. Cuando nos pasa como ahora, con la sequía, está
claro que es necesario atar al superávit comercial y no al déficit fiscal”.
Seguidamente, hizo alusión a la ministra de Desarrollo
Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz. Una de las figuras cercanas al
presidente, Alberto Fernández, que esta tarde asistió al Teatro Argentino y se
ubicó en el sector que compartían el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el
diputado nacional Máximo Kirchner; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro,
ministros provinciales e intendentes del peronismo bonaerense. La presencia de
Tolosa Paz, que junto al ministro de Economía, Sergio Massa, fueron los dos
únicos funcionarios nacionales que mencionó CFK y trazó acaso una nueva etapa
en la interna del Frente de Todos.
A Massa lo llamó Sergio, a secas, tal como viene sucediendo
en las últimas intervenciones. Así, el dirigente del Frente Renovador se llevó
-vía la comitiva propia que lo representó este jueves en La Plata- un implicito
respaldo político. Sobre todo por el acuerdo que selló ayer con China para
importar en Yuanes. “Ayer el ministro estaba firmando un muy buen acuerdo con
China, para que podamos utilizar el swap cuando yo era presienta”, dijo.
El ministro de Economía envió su comitiva de 12 intendentes
bonaerenses, legisladores nacionales y provinciales. Además, la diputada
nacional, Monica Litza, participó de la mesa que se montó en el escenario para
el lanzamiento de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner. Si bien no hubo
explicitación, sí se impuso la gestualidad sobre el ministro de Economía.
También dijo que fueron buenas las últimas medidas que tomó
Massa, el dirigente social y político, Juan Grabois, a diferencia de lo
manifestado semanas atrás. “Estuvo bien en esas dos cosas que hizo Massa, por
eso esta semana no dije nada. Nosotros la queremos a Cristina, después hay
gente que Cristina valora y nosotros no valoramos tanto”, dijo Grabois y
advirtió que el operativo clamor “es una estrategia que conduce a un lugar
equivocado”.
Tras el acto, la sensación reinante fue que Cristina
Kirchner “no va a borrar con el codo lo que escribió con la mano”, en alusión a
aquel posicionamiento de que “no iba a ser candidata a nada”.
“Acá no es casualidad que la única dirigente política que
fue condenada, proscripta, que intentaron asesinar fue una sola. Estos
mamarrachos que andan diciendo que la casta tiene miedo, de qué tiene miedo
hermano...¿si nunca te pasó nada?, caraduras”, expresó ya sobre el final de su
charla para volver nuevamente sobre la figura de Milei. Automáticamente bajó de
las tribunas el “Cristina presidenta”. La vicepresidenta no devolvió el gesto y
habló sobre el futuro, sobre el país que quiere para sus nietos y la defensa de
los recursos naturales. Cristina Kirchner plantó el qué hacer. El Frente de
Todos deberá seguir discutiendo el cómo.
Afuera, miles de personas de diferentes agrupaciones se
apostaron sobre la esquina de calle 9 y 53 para seguir el acto por pantallas
gigantes. La liturgia a la que está acostumbrada el kirchnerismo no se llevó la
certeza de una Cristina Kirchner candidata, pero sí el saludo de su jefa
política una vez terminado el acto.
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