Tras 10 años de relación se animó a denunciar a su novio por violación y maltrato
Una mujer de Santa Elena puso en conocimiento de las
autoridades los padecimientos que sufrió · "Tengo miedo", dijo Analía
Medina
“Yo lo puedo contar. Lo quiero contar para prevenir a otras
mujeres”, afirma mientras llora Analía Medina, una mujer de 44 años que hoy
teme por su vida. Después de 10 años de relación se animó a contarle a sus
padres y hermanos la violencia física y psicológica que ejercía sobre ella su
novio, un conocido panadero de 42 años.
En la denuncia penal que se radicó en la comisaría de Santa
Elena, y que ya está manos de la fiscalía paceña, la mujer acusa a Nahuel
Eduardo Quartino del delito de Abuso sexual con acceso carnal e intento de
homicidio.
Analía, que es madre de una joven de 23 años, recibió de las
autoridades un botón antipánico para su seguridad. Además se dictaminó una
restricción perimetral de acercamiento por 120 días. “Quiero que la Justicia
actúe rápido. Yo y mi familia tenemos miedo”, dijo a UNO la mujer.
Hace 10 días terminó la relación. El jueves 30, la mujer le
contó a su familia lo que estaba padeciendo en la casa en la que vivía sola. Le
mostró marcas en el cuerpo y se largó a llorar. Estaba muy angustiada. Hace
siete años que la relación con su novio se volvió una tortura. “Los primeros
tres años fue todo bien. Pero después comenzaron los golpes, gritos y malos
tratos”, aseguró Analía que relató con detalles cuando fue víctima de abuso sexual
por parte del denunciado. “Hace unos meses me llevó a un campo y me violó. Me
golpeó”, describió muy angustiada la mujer, quien aseguró que “no podía hablar,
no podía contar nada hasta ahora que me animé”.
La mujer detalló que hace tres o cuatro meses la llevó otra
vez al campo y la atacó con una cuchilla, le cortó el cuello. “Yo le saqué la
cuchilla y él se cortó la mano. Gracias a Dios la lesión que me causó no fue
tanto. Me curé sola en mi casa donde me dejaba encerrada”.
Analía solo se centró en relatar los hechos más graves que
sufrió: “Otra vez me corrió con una cuchilla. Estaba con un hombre y empezaron
a decir que a las mujeres había que matarlas, abrirlas al medio y tirarlas al
río. Cuando escuché eso empecé a correr y él me persiguió y me escondí hasta
que se le pasó y nos volvimos”.
La mujer, que es abuela de un nene, relató que ella vivía
separada de sus padres, pero ahora por miedo se fue a la casa de ellos. “No me
mató porque tengo un Dios aparte. Yo no quiero estar muerta para que la Justicia
haga algo. Quiero que él vaya preso”, precisó.
En ese sentido mencionó: “Estoy mal psicológicamente. Me
agredió y me degradó siempre. Yo le decía algo y él me maltrataba. Siempre
decía que nadie le va hacer nada porque él tiene apellido”.
Si bien Analía vivía sola no quiere volver a su vivienda por
miedo a ser una nueva víctima de la violencia machista. “Me dijeron que me va a
llamar un fiscal, pero todavía no lo hizo. Espero que la Justicia me dé una
respuesta y pueda estar tranquila”.
Otro caso en Santa Elena
El viernes UNO publicó una denuncia de una mujer debió
acudir a los medios para que se active y profundice una investigación contra el
titular de una empresa de servicios y turismo de Santa Elena. La víctima de
violencia de género y amenazas realizó la presentación judicial, pero tras una
semana aún no se tomaron medidas restrictivas. Se estima que por su relación
con la Policía y la política podría contar con protección.
La víctima contó que el viernes pasado sufrió una golpiza
por parte del titular de la empresa de dedicada al turismo y servicios.
“Trabajé en uno de los emprendimientos, en un parador, y me quedó debiendo
plata”, explicó la mujer de 37 años.
La oriunda de Santa Elena aportó la documentación que
respaldaba sus dichos, partiendo de la denuncia policial y el informe médico
donde se constataban las lesiones y los problemas que padeció tras el ataque
del empresario y las amenazas de muerte que recibió. “Nos cruzamos el viernes y
él me tiró la camioneta encima, quiso chocarme, pero no pudo, y no conforme me
siguió y me golpeó con un palo en los brazos, en la cabeza y otras partes del
cuerpo. Este hombre, que también es policía y que en la actualidad no tiene
tareas asignadas por la ART, es que me amenazó de muerte”, relató la víctima de
violencia de género.
La mujer hizo lo correcto, ir a denunciarlo y ahí tuvo
inconvenientes en la comisaría para radicar la acusación contra el empresario.
Por esta circunstancia sufrió un problema de salud vinculado con su cuadro de
diabetes ante la desesperación por el poco interés de los oficiales.
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