En 2021, el gasto estatal en comida y planes sociales superó a la inversión en Educación
El Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Juan Zabaleta, es el tercero en importancia por su impacto presupuestario. El año pasado tuvo una ejecución de $522.369 millones, superando incluso al Ministerio de Educación, cuyo presupuesto fue de $504.271 millones. Después de analizar las planillas sobre los gastos e inversiones elaboradas por el Ministerio de Economía, a las que accedió Infobae, queda claro que en la Argentina las preocupaciones y atenciones por el hambre y la falta de trabajo superan a la educativa.
Además de estos datos duros, expresados en los millones de
pesos invertidos en esos dos Ministerios, el desagregado de Desarrollo Social
destaca que el 90,2% del gasto ejecutado correspondió a dos programas:
Políticas Alimentarias, cuya inversión fue de $244.789 millones, e Inclusión
Socio-Productiva y Desarrollo Local Potenciar Trabajo (tal el nombre completo),
con un presupuesto ejecutado de $226.557 millones. Las cifras representan un
179,1% más que un año atrás. Es decir, más de tres veces el índice de inflación
que en 2021 fue del 50,9%. Solo este dato demuestra que la “recuperación
económica” declamada por los funcionarios, al calor de las cifras, por ahora no
llegó a las clases más vulnerables, que son los beneficiarios de estos programas
sociales.
“La economía asistió a un fin de año de 2021 exhibiendo una
profunda recuperación del 10,3% del PBI, muy superior a la esperada. Esa
recuperación nos permitió revertir la caída generada por la pandemia en 2020″,
afirmó el Presidente Alberto Fernández el 1 de marzo pasado durante la apertura
de sesiones ordinarias 2022 en el Congreso.
Alimentos y subsidios al trabajo
El jueves pasado, frente a la Casa Rosada, organizaciones
sociales nucleadas en la Unidad Piquetera dieron por finalizada la “Marcha
Federal” que había comenzado el 9 de mayo y recorrió todo el país. Le
reclamaron al gobierno del Frente de Todos “empleo genuino”, la “apertura de
planes sociales” como el Potenciar Trabajo y mayor cantidad de alimentos para
los merenderos y comedores populares porque “no alcanza”. Exigían, además
“salario para vivir”.
En las declaraciones públicas que realizaron los líderes de
la movilización afirmaron que unas “seis millones de personas están en
condiciones de acceder al Potenciar Trabajo”. Por esa razón, el reclamo era por
la universalización de los programas sociales, es decir, que, al igual que la
Asignación Universal por Hijo (AUH), se le otorgue a todo aquel que lo necesite
que cumpla con los requisitos para acceder al programa, como lo fue también el
Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) durante los tramos más duros de la
pandemia.
Al observar la abultada asignación que se le otorgó en 2021
al Potenciar Trabajo –casi la mitad de la partida presupuestaria del Ministerio
de Desarrollo Social- se comprende por qué la administración de Fernández se
niega de manera enfática a este pedido. El presupuesto estallaría por el aire o
no se podría cumplir con los acuerdos pactados con el Fondo Monetario
Internacional.
¿A cuántas personas llegan el Programa Potenciar Trabajo y
la Tarjeta Alimentar?
Desde la cartera a cargo de “Juanchi” Zabaleta informaron de
manera oficial a Infobae que los beneficiarios del Potenciar Trabajo son
1.200.000 personas. El valor que perciben por cuatro horas de tareas en las
Unidades de Gestión es el 50% del Salario Mínimo Vital y Móvil, que en abril
pasado fue de 19.470 y que en junio pasará a 22.770, según lo dispuesto por la
Resolución Nº 2022-6 del Ministerio de Trabajo de la Nación.
La Prestación Alimentar, más conocida como Tarjeta
Alimentar, la perciben 2.400.000 millones titulares, y alcanza a 4.100.000
personas según el siguiente esquema: $9.000 para las familias con un/a
hijo/hija de hasta catorce años de edad o discapacitado; $13.500 en el caso de
familias que tienen dos hijos o hijas en la misma franja etaria o
discapacitado; $9.000 para quienes perciben la asignación por embarazo; $18.000
en el caso de familias con tres hijos o más menores de 14 años de edad.
Ministerio para apagar incendios
“A lo largo del ejercicio 2021 la inversión social ejecutada
por el Ministerio de Desarrollo Social creció un 98,4% con respecto al mismo
período del año anterior. Ese incremento superó al doble la variación
registrada en el conjunto de la Administración Pública Nacional, que fue de
53,8%”, analizaron desde el Ministerio de Economía en el Informe de Ejecución
Presupuestaria 2021.
Allí se puntualiza que las políticas alimentarias, como la
Tarjeta Alimentar, aumentaron un 83,7% con respecto a 2020. Pero el Potenciar
Trabajo se elevó en un 179,1%, más que lo gastado a lo largo de 2020.
La pobreza, la indigencia, la falta de empleo, la inflación
y la economía son las principales demandas de la ciudadanía para con el
gobierno de Alberto Fernández. Lo fueron el año pasado antes y después de las
elecciones legislativas y lo serán el próximo, el año en que el jefe de Estado
deberá revalidar su título.
El Ministerio que conduce el intendente en uso de licencia
de Hurlingham no está a cargo de la generación de puestos de trabajo ni del
control de precios ni, mucho menos, de las políticas económicas. Sin embargo,
es el que debe actuar como autobomba para apagar incendios. Lo hace a fuerza de
políticas asistenciales que no se deberían mantener en el tiempo. Hacerlo es
sinónimo de fracaso. Así y todo, al menos por ahora, no cederá a los planteos
de las organizaciones sociales enfrentadas al Gobierno que piden la
universalización del Programa Potenciar Trabajo.
Con un presupuesto ejecutado de $522.369 millones, el
Ministerio de Zabaleta –un albertista dentro de la interna del Frente de Todos-
es el tercero en importancia en el gabinete nacional. El primero es el de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cargo de otro hombre del Presidente,
Claudio Moroni, con $4.201 billones.
El segundo es el de Economía, a cargo de Martín Guzmán, el
funcionario que “no funciona”, según la expresión de Cristina Kirchner y que el
kirchnerismo quiere ver fuera del gabinete, con $976.093 millones. En cuarto
lugar, con un presupuesto ejecutado en 2021 de $504.271 millones, figura el
Ministerio de Educación.
En 2020, tan solo 12 meses antes, Desarrollo Social figuraba
en quinto lugar, tal el “orden de importancia según ejecución presupuestaria”
elaborado por el ministerio de Economía. En ese caso, el área más sensible del
Gobierno fue precedido por Trabajo, Desarrollo Productivo, Educación y
Seguridad.
El trabajo analizado por los funcionarios de Guzmán también
deja en claro que el 89,3% del total destinado a Transferencias ($440.153
millones) “fueron transferencias directas a personas (Ayudas Sociales a
Personas), realizadas principalmente a través de los programas Políticas Alimentarias
e Inclusión Socio-Productiva y Desarrollo Local Potenciar Trabajo.
Muy por debajo quedaron las transferencias a gobiernos
provinciales y municipales, que se llevaron el 6,1% del total ($29.910
millones), mientras que el 3,5% ($17.466 millones) correspondió a
transferencias a instituciones culturales y sociales, donde también predominó
el programa Políticas Alimentarias.
Signos de los tiempos que corren en un país cuya inflación
anual proyectada para este 2022 está más cerca del 70% y la proximidad de un
2023 que estará cruzado por las elecciones presidenciales.
Fuente: Infobae
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